Las Extensiones de mi Visa

En la ley de inmigración de los Estados Unidos hay diferentes tipos de visa, pero de las primeras clasificaciones que hay, es si la visa una de inmigrante o de no inmigrante. Una visa de inmigrante se emita cuando la persona va a entrar a los Estados Unidos e inmediatamente va a recibir una tarjeta de residente legal de los Estados Unidos, en contrario una visa de no inmigrante se emite cuando la visa tiene un término especifico y el término varía dependiendo de la visa que sea. Hay visas que son de 6 meses y hay otras de son de varios años. Para cualquier visa de no inmigrante existe la opción de solicitar una extensión.

En el caso de los puertorriqueños que vivimos en los Estados Unidos, nosotros (como dijo un gobernante puertorriqueño alguna vez) con una licencia de conducir vigente, viajamos a los Estados Unidos y aunque nuestra relación colonial con los Estados Unidos nos permite viajar y vivir en los Estados Unidos por tiempo indefinido, lo cierto es que para mantenernos aquí por muchos años, nos hacen falta extensiones a nuestra “visa”, que no tiene nada que ver con la Ley de Inmigración, pero sí con el hecho de nosotros nos sentimos extranjeros en este país que no es el nuestro.

En mi caso a habido varios momentos en los cuales me da un ataque de histeria temporero y empiezo en mi cabeza a buscar la forma de poder regresar inmediatamente. Esos ataques, con el tiempo, me he dado cuenta de que van a seguir sucediendo y tengo que buscar la manera de (como dicen ahora) “bajarle dos” al asunto. A eso yo le llamo, “las extensiones de mi visa” y las maneras de hacerlo son variadas. Puede ser haciendo comida boricua, o tomándome una Medalla (donde vivo, gracias a la vida, hay Medallas). Poniendo salsa bien duro en mi casa, pa´ que mis vecinos gringos se acuerden que yo soy una boricua escandalosa.

Siempre ayuda encontrarse con personas queridas de Puerto Rico, aunque no se hable del tema, escuchar a alguien con el mismo acento y el calor del Caribe es la medicina perfecta. Ir a algún concierto de alguien de Puerto Rico es una buena opción y si hay comida puertorriqueña, mucho mejor. En caso de emergencia, simplemente hay que montarse en un avión llegar a nuestro Puerto Rico, donde el olor es distinto, todo el mundo habla español y todo termina en “ito”, incluyendo el “hay bendito…” De regreso a los Estados Unidos se vuelve a extender la visa, hasta que sea necesario hacer alguna solicitud especial para seguir viviendo en este “maravilloso” país que no es el mío. Mi esperanza es que algún día pueda finalmente comprar el pasaje de vuelta…